Sobre las clases sociales
Muchos libros, muchos documentos e innumerables artículos han sido y siguen siendo escritos a escala mundial sobre la cuestión de las “clases”. El conflicto ideológico sobre la cuestión de la estructura de clases de la sociedad capitalista de hoy es intenso y perdurable. Por lo tanto, en nuestra calidad de militantes del movimiento popular y como cuadros de las luchas clasistas tenemos que adquirir los conocimientos básicos acerca de esas cuestiones; tenemos que conocer la composición de clase de la sociedad en la que vivimos, de la sociedad de la región más amplia y de todo el mundo.
El conocimiento correcto y el análisis científico de la composición de clase es un elemento necesario para desarrollar la estrategia y la táctica correctas del movimiento obrero. Ayuda a la definición acertada de las fuerzas motrices y la política de las alianzas necesarias de la clase obrera con los demás estratos populares. El conocimiento exacto de la composición y estratificación social ayuda también a entender las prioridades de focalización organizativa del movimiento obrero, las necesidades modernas para desarrollar medidas y ajustes organizativos, es decir las propias metas de la lucha de clases.
I. Teorías anticientíficas
Una prioridad entre las tareas de los militantes del movimiento obrero es el desenmascaramiento y el rechazo de las teorías anticientíficas que hacen incesantemente propaganda (desde el siglo XVIII, pero principalmente durante el siglo XX) de la limitación cuantitativa y cualitativa de la clase obrera, limitándola solamente a los “trabajadores manuales”. Hoy en día, una visión así aparece resaltada por la llamada “teoría de la era post-industrial”, donde la industria está conducida hacia su eliminación, puesto que la ciencia y la tecnología (informática, robótica, biotecnología, nanotecnología) dominan la economía; La verdad es que hoy la industria no está disminuyendo, sino está empleando dichos medios modernos de producción para expandirse a nuevas áreas. Al mismo tiempo, la clase obrera que los opera está educada para vender su fuerza de trabajo a los propietarios capitalistas de esas industrias, de esos medios de producción.
Esas teorías hablan sobre el “fin de la clase obrera” y se utilizan para la imposición, a las conciencias de los obreros, del concepto de que sus intereses son los mismos que los de los propietarios; que la clase obrera desaparece y del mismo modo desaparece la lucha de clases; que no hay fuerza de vanguardia en la sociedad y que no hay necesidad de cambiar la sociedad para satisfacer las necesidades de los obreros. Por el contrario, se dice que esto se podría “conseguir” mediante un esfuerzo conjunto, el diálogo social, la sumisión y colaboración de clase.
En las décadas sesenta y setenta hubo unas teorías anticientíficas sobre las clases que marcaban unos límites “elásticos” de la clase obrera, considerando a casi toda la población como lo que ellos llaman “la gente trabajadora”. Solían principalmente considerar unas partes de los estratos intermedios, la juventud, la intelectualidad como clase obrera. Esas teorías fueron promovidas por ciertos reformistas, hablando sobre el llamado “papel de vanguardia” de la intelectualidad, la juventud, los estudiantes, la “espontaneidad” etc.
Dicha distorsión de los límites de la clase obrera distorsiona también las relaciones de las clases y estratos sociales dentro de la sociedad capitalista y, por lo tanto, distorsiona los verdaderos intereses de clase al pensar que los intereses de la clase obrera son los mismos que los de la intelectualidad, especialmente de la intelectualidad científica y técnica, parte de la cual pertenece a estratos intermedios o incluso a la burguesía. Eso confunde las cosas y oculta las contradicciones de clases en la sociedad, socava la lucha de clases de la clase obrera y su objetivo final y se convierte en una herramienta para perpetuar la explotación.
El crecimiento del capitalismo desarrolla también cuantitativa y cualitativamente la clase obrera.
Bajo las condiciones contemporáneas de mayor aplicación de ciencia y tecnología en el proceso de producción, el asunto de la estructura de clases se vuelve aún más complejo y pertinente. Junto con el otro tema central de la “naturaleza del estado”, constituyen los dos temas principales para el movimiento sindical obrero y sus cuadros.
II. La creación de clases sociales
La sociedad capitalista (como toda sociedad de clases) está compuesta por clases sociales y estratos sociales. Esas clases no son ni estáticas, ni eternas, pues siempre están en relación directa con el sistema de producción social que existe en cada período histórico.
Por consiguiente, en la sociedad primitiva no hubo clases, porque esencialmente no existía propiedad privada. Había una división rudimentaria del trabajo entre los dos sexos. De hecho, vivían y se nutrían de la naturaleza; la productividad de su trabajo no podía crear ningún producto excedente que podría ser propiedad de alguien. El desarrollo de las herramientas, los medios de producción, es decir el “descubrimiento” de la agricultura y la producción ganadera establecieron las condiciones para que algunos grupos de personas se involucraran en una forma particular de trabajo; hubo un incremento de la productividad del trabajo y, de este modo, se creó un producto excedente; un producto excedente perteneciente a los que producían, a los que tenían las herramientas apropiadas para la agricultura o tenían animales domesticados para la producción ganadera. Esas personas, paulatinamente, empezaron a intercambiar el producto excedente. Se iniciaron la propiedad privada y la esclavitud. Bajo estas circunstancias, empezó la descomposición de la sociedad primitiva sin clases. La tendencia hacia la ampliación de la propiedad privada condujo a guerras tribales donde los dueños buscaban subyugar a otras tribus y crear esclavos; de este modo, se inició la expansión de la sociedad esclavista, la primera sociedad de clases que existió. Siendo así, las actividades comerciales empezaron a crecer y las ganancias se comenzaron a reunir por los propietarios privados que eran dueños de esclavos también.
De este modo, paso a paso, se creó la división de la sociedad en clases y estratos sociales.
De un lado, existían los dueños de los medios de producción: dueños de esclavos, señores feudales, burgueses. Por el otro lado, los que por sí mismos eran los instrumentos y propiedad de los dueños de esclavos (como lo eran los esclavos en la sociedad esclavista) o tenían pocas herramientas propias para trabajar en la tierra del señor feudal (como lo eran los vasallos en el feudalismo) o simplemente tenían sus manos y mentes (como la clase obrera en el capitalismo) y las vendían; o sea vendían su fuerza de trabajo para vivir.
Por supuesto, también había grupos sociales intermedios como los artesanos, los comerciantes etc., en la sociedad esclavista y en el feudalismo. En el capitalismo, hay estratos intermedios o medios, de los cuales se hablará más abajo.
De este modo, la posición antagónica de esas dos clases básicas ha empezado a aparecer en cada formación socioeconómica.
Se iniciaron los conflictos de clase. La primera gran confrontación de clase en la historia se considera la rebelión de Espartaco en el siglo I antes de nuestra era, en la cual participaron más de cien mil esclavos. Karl Marx, en una de sus cartas a Friedrich Engels escribe: “Espartaco aparece como la figura más célebre, revelada por la historia antigua… Un gran general, un verdadero representante del proletariado de la antigüedad.”
Señores feudales, aristócratas, terratenientes, emperadores, papas, cardenales y reyes acumularon tierra y recursos económicos como propietarios y controlaron el comercio. Por supuesto, los comerciantes, que mediaban por la circulación de mercancías, se infiltraron en la industria artesanal y la manufactura; de este modo, se convirtieron en propietarios de tales centros de producción.
Esa tendencia estaba creciendo, dando poder económico a los propietarios de centros de manufactura e industria artesanal, así como creando a la joven burguesía naciente.
De esta forma, se convirtieron en los primeros capitalistas en su época, en el llamado -en aquel momento- sistema feudal de producción social.
Por el otro lado, los vasallos, otros productores individuales independientes y trabajadores manuales estaban obligados -para sobrevivir- a vender su fuerza de trabajo a los capitalistas a cambio de una remuneración. Por lo tanto, se convirtieron en los primeros sectores de la clase obrera en su época. Por ejemplo, en Inglaterra, donde se necesitaban campos con pastos para que se criaran ovejas y que su lana fuera utilizada en la industria, obligaron a los campesinos pobres a partir e ir a las industrias para buscar trabajo o estar desempleados. Al mismo tiempo, los artesanos concentrados en la manufactura se convirtieron en obreros en los grandes centros industriales.
Otro factor que contribuyó a la “alimentación” de la industria con obreros era la erradicación de la esclavitud (un ejemplo característico fue la guerra en los EEUU entre el Norte capitalista y el Sur rural donde el transporte de esclavos negros de Africa perpetuaba la esclavitud en las plantaciones y limitaba el desarrollo capitalista. La victoria del Norte liberó a los esclavos de la esclavitud y los “esclavizó” en los centros industriales). Lo mismo cabe decir del exterminio de millones de indios americanos en el continente americano, de los que estaban concentrados cerca de grandes industrias, cerca de grandes centros industriales con un gran número de obreros.
En estas zonas (en Europa, principalmente en Inglaterra, y los EEUU) donde había concentración de la clase obrera, empezaron a aparecer los primeros esfuerzos por una acción colectiva de clase, por la unidad de los obreros contra la explotación de los capitalistas
III. Clases sociales básicas y no básicas
En las sociedades con clases, existen las clases básicas, las que tienen un papel protagonista en la producción y las clases no básicas, varios estratos sociales que se pueden encontrar entre las dos clases básicas; por eso se llaman estratos medianos o intermedios.
La lucha de clases en la sociedad capitalista se viene librando principalmente entre las dos clases básicas y cada una de las clases básicas, antagónicas, intenta llevar a su lado, ganar a aliados en el interior de las clases no-básicas y de los otros estratos sociales.
Las dos clases básicas en el capitalismo son: la burguesía, la clase de los capitalistas por un lado, y la clase obrera por el otro.
La definición de las clases fue elaborada por los grandes pensadores K. Marx y F. Engels en sus obras clásicas y finalmente fue formulada por V.I. Lenin. En su obra “La gran iniciativa” se subraya que:
Las clases son grandes grupos de hombres que se diferencian entre si 1) por el lugar que ocupan en un sistema de producción social históricamente determinado, 2) por las relaciones (en muchos casos fijadas y establecidas por ley) en que se encuentran con respecto a los medios de producción, 3) por el papel que desempeñan en la organización social del trabajo y, consiguientemente, 4) por el modo y 5) la proporción en que perciben la parte de riqueza social que producen.
Un capitalista es: el industrial, el comerciante, el banquero, el propietario de grandes áreas de campo cultivadas por obreros, el propietario de grandes establecimientos hoteleros etc.. El que tiene capital y hace uso de ello en el proceso de producción y la circulación de mercancías. El que es propietario de medios de producción movidos por los obreros cuyo trabajo compra. Los que participan en el proceso de producción como dueños, que reciben sus ingresos de las ganancias que obtienen vendiendo los productos producidos por la explotación de los obreros que trabajan para ellos, que explotan y se benefician de la explotación de los obreros, por la plusvalía producida por los obreros, aquellos cuyos ingresos son grandes y les garantizan una vida cómoda y acumulación de riquezas.
Obreros (proletarios): Los que no tienen medios de producción de su propiedad. Los que venden su fuerza de trabajo física o mental, o las dos (el trabajo mental muestra una importancia cada vez mayor), y obtienen sus ingresos en forma de salario, sueldo, pago por hora o semana, aquellos cuyos ingresos son pocos y les resulta difícil cubrir sus gastos, aquellos cuyo trabajo es principalmente el de ejecutar simplemente las instrucciones y direcciones de sus superiores, los que están siendo oprimidos en el sistema capitalista.
Más precisamente, las clases básicas son, por una parte, la clase que posee los medios de producción y, por otra parte, la clase explotada, oprimida.
A lo largo de los siglos, las clases básicas han sido:
· En la sociedad esclavista, los dueños de esclavos por una parte, los esclavos por otra parte.
· En el feudalismo, por un lado los señores feudales y por el otro los campesinos y los artesanos.
· En el capitalismo, por un lado la burguesía y por el otro el proletariado.
El proletariado incluye a los obreros de la industria, pero también incluye a los obreros en el comercio, los “servicios”, los obreros de campo, los empleados bancarios etc..
La clase obrera tiene también a estratos diferentes también, hay una estratificación interna, p.ej. :
— el proletariado de fábricas, que trabaja en grandes fábricas, está concentrado y constituye el corazón de la clase obrera.
– el proletariado industrial, que incluye a obreros de fábricas, así como a cada obrero en grandes grupos de construcción, en otras industrias más pequeñas etc.
— los desempleados que constituyen el ejército de reserva
Además, entre la clase obrera hay una diferenciación según el sector de empleo, según su profesión (p.ej. ingeniero/ingeniero mecánico asalariado, contador, tornero etc.), el importe de remuneración etc..
Todo esto constituye un elemento necesario de conocimiento en relación con la unidad clasista de la clase obrera.
La relación entre capitalistas y obreros no se limita solo a la relación entre el capitalista individual y los obreros que el mismo explota. Es una relación entre clases. Los capitalistas en su conjunto explotan el producto no remunerado del trabajo de la clase obrera en su totalidad. En este sentido, la producción capitalista tiene un carácter social que, sin embargo, sólo beneficia a los explotadores.
IV. Estratos intermedios
Por supuesto, la sociedad burguesa no está formada solo por la burguesía y la clase obrera. Entre ellas hay estratos intermedios de la ciudad y de los pueblos; su principal característica es que, aunque poseen unos medios de producción, éstos no son lo suficientemente grandes para que dichos estratos no trabajen ellos mismos. O sea, no utilizan el trabajo asalariado de otras personas o lo usan de forma limitada. Por lo tanto, ocupan una posición intermedia entre la burguesía y la clase obrera. En el capitalismo existe la tendencia a la expropiación que despoja a los productores directos de los medios de producción que ellos poseen. La tendencia de revolucionar los medios de producción domina, p. ej. la substitución de los medios de producción por nuevos que son más modernos y tecnológicamente sofisticados. Como resultado, el proceso de producción y la fuerza laboral se vuelven más concentrados, más sociales.
El balance final es que la tendencia de destruir a los productores independientes es la que domina. Un elemento complementario de este proceso es la tendencia de reproducción de los estratos intermedios en nuevos sectores productivos o su conservación en los llamados “servicios” (intercambio de ingresos con trabajo) donde las relaciones capitalistas y su organización no se ha propagado todavía (p.ej. varias categorías de empleados como los fisioterapeutas, cuentapropistas en los servicios de Internet etc.). En función del nivel de uso del trabajo asalariado ajeno y el nivel de su ingreso, unas partes de los estratos intermedios están más cerca de la clase obrera y otras son limítrofes con la burguesía. Dichos estratos, por su naturaleza, oscilan socialmente entre la burguesía y la clase obrera.
V. Estratos interclasistas
● Campesinos: hay campesinos que poseen grandes extensiones de tierra, son ricos y explotan a los obreros que cultivan la tierra; suelen tener una producción verticalmente integrada en la agricultura y el procesamiento de productos pecuarios. Estos campesinos son ricos y pertenecen a la burguesía.
Otros campesinos son intermedios, con propiedades de tierra más pequeñas aunque tienen la capacidad de una agricultura mecanizada y de obtención de suficientes ingresos para llegar a final de mes. No obstante, hay también campesinos pobres que poseen muy poca tierra y tienen dificultades para sobrevivir y que constituyen la inmensa mayoría. Esos son los aliados más cercanos de la clase obrera así como la fuerza impulsora del progreso social. El campesinado, los campesinos pobres han sido una clase básica durante la época feudal.
Por supuesto, existen también los obreros del campo.
Friedrich Engels en su obra: “El problema campesino en Francia y Alemania” desde 1894 divide los campesinos en: obreros rurales sin tierra, campesinos pequeños, campesinos medios y grandes. Subraya también que incluso hay latifundistas y grandes terratenientes que constituyen “un negocio capitalista indisimulado”.
● La intelectualidad: es también un estrato social interclasista especial. Bajo las condiciones actuales de aplicación creciente de la ciencia y la tecnología en el proceso de producción, su presencia cualitativa y cuantitativa está creciendo y es heterogénea en términos de clase. Por ejemplo, hay médicos que trabajan en su propio consultorio o en centros de diagnósticos, siendo cuentapropistas, otros médicos que trabajan en hospitales privados y su único ingreso es su salario mientras que el propietario de la empresa se beneficia de su explotación.
Por el otro lado, hay médicos que poseen hospitales, establecimientos de salud y grandes consultorios, teniendo a otros médicos trabajando para ellos. Los explotan y sacan beneficios. Lo mismo sucede con los abogados, ingenieros, arquitectos etc.
● La juventud: no es una clase social, sino una categoría interclasista, de igual manera que los estudiantes.
La posición de los jóvenes en la sociedad está determinada por la clase que los parió. Por eso hablamos de “hijos y jóvenes de la clase obrera o del campesinado pobre”. Por supuesto, los jóvenes, cuando se integran en la producción pertenecen a clases sociales, en función del lugar que ocupan en la producción; por lo tanto pertenecen sea a la clase obrera, el campesinado pobre y los cuentapropistas, sea a la burguesía.
VI. Algunas otras cuestiones sobre la clase obrera
Según la visión marxista dominante, los criterios que ya se han planteado a partir de la definición de Lenin sobre las clases, deberán tenerse en cuenta uniformemente, juntos, y no individualmente o por grupos.
Si nos viéramos obligados a priorizar uno por su peso especial, éste sería el criterio de “las relaciones en que se encuentran con respecto a los medios de producción” pero sin que ello sea el único que clasifica socialmente a alguien como parte de la clase obrera o no.
Algunos ejemplos:
El gerente de una empresa trasnacional quien trabaja a diario pero quizá no posea ni acciones, ni medios de producción, pero:
· es recompensado con un porcentaje de los beneficios
· es remunerado con una cantidad de dinero 5 ó 10 veces superior a la de un simple obrero
· No tiene un papel ejecutivo, sino un papel administrativo en el proceso de producción.
Puede que esa persona trabaje muchas horas a diario, incluso puede trabajar más horas que el conserje que trabaja en la misma empresa, pero el gerente no pertenece a la clase obrera; pertenece a la burguesía.
Por ejemplo, un director general, un presidente del consejo de administración de un grupo empresarial pertenece a la misma categoría.
El personal directivo subalterno puede pertenecer a la burguesía o a los estratos intermedios asalariados, teniendo salarios más altos y un papel de coordinación o de coordinación intermedia, Por ejemplo, un supervisor en una gran industria.
VII. El papel de la clase obrera
La clase obrera tiene unos rasgos que hacen que ella sea la clase de vanguardia para el progreso social; unos rasgos que le atribuyen su papel protagonista en el camino hacia la democracia y el socialismo.
Los más básicos de estos rasgos son:
· Está conectada con la gran producción de las riquezas, que es cada vez mayor con la concentración y centralización del capital.
· Es la principal fuerza productiva en la sociedad capitalista, dado que produce todos los bienes, desde medios de producción hasta objetos de consumo vendidos por los capitalistas para obtener beneficios.
· Está concentrada en grandes empresas, centros industriales urbanos, grandes ciudades y fábricas.
· Está mejorando continuamente su nivel educativo, sus conocimientos técnicos, su experiencia y habilidades.
· Es la clase que tiene la mejor disciplina, adquirida por su participación en el proceso de producción; también se caracteriza por colectividad, por acción colectiva; tiene también disposición militante, estabilidad militante y coherencia.
· Es la clase que está organizada en sus propias organizaciones, ya que tiene sus sindicatos y una amplia experiencia histórica de luchas y confrontación clasista.
· Como clase, puede expresar los intereses económicos y políticos básicos de todo el pueblo trabajador y unir en torno a ella al campesinado pobre, a los cuentapropistas, habida cuenta de la tendencia constante de su proletarización a medida que el capitalismo crece.
· Es la clase que con el derrocamiento del sistema capitalista “no tendrá nada que perder salvo sus cadenas”.
Esos rasgos subrayan el papel de vanguardia de la clase obrera en la lucha por la organización de la sociedad sin patrones, sin explotación. Puede fijar esa meta sólo si cumple la condición de que está organizada en su propio partido de vanguardia.
En el mundo contemporáneo, esos rasgos se ven fortalecidos y hacen que la clase obrera sea todavía más importante, ya que obtiene un nivel educativo mejor, conoce y hace uso de las nuevas tecnologías, está al tanto -mediante la internacionalización- de las noticias de cada rincón del mundo; esta internacionalización facilita el nivel de formación de los obreros, la expansión de la experiencia y la expresión de la solidaridad y del internacionalismo. La internacionalización de las luchas clasistas da mayor fuerza a la clase obrera, e intervención a nivel económico, político e ideológico. Por supuesto, bajo la condición de que las luchas clasistas tengan un contenido y orientación cierta, luchando contra los capitalistas hasta su derrocamiento.
Además, el derrocamiento del sistema socialista ocurrido durante el período 1989-1991 en la Unión Soviética y otros países socialistas, requiere que el movimiento obrero internacional estudie los errores, las debilidades, las omisiones que condujeron a los derrocamientos y que aprenda de la experiencia negativa. Podemos sacar preciosa experiencia de las luchas clasistas por una sociedad sin explotación.
Todas estas son las razones principales por las cuales hoy día la clase obrera está en el centro, es el corazón del proceso productivo y posee “la capacidad determinante”. El entender su papel y su misión histórica, edificando su unidad y ganándose a sus aliados naturales en una amplia alianza social, puede cambiar el desarrollo de las cosas a todos los niveles.
Toda evolución de las sociedades, hasta el día de hoy ha sido resultado de lucha de clases. Las luchas clasistas han derrocado el régimen esclavista, más tarde el feudalismo y mañana derrocarán el régimen capitalista.
*Discurso pronunciado por el secretario general de la FSM, George Mavrikos, ante jóvenes sindicalistas | Atenas, Grecia – 28 de enero 2018