El pasado 19 de enero se llevó a cabo con éxito el 4to Seminario web del Instituto Obrero Internacional, con la participación de 54 sindicalistas de todos los continentes.
El tema central del seminario fue: “Conclusiones de los casos de corrupción de dirigentes sindicales amarillos en la Unión Europea”.
A continuación pueden ver los siguientes materiales del Seminario:
1. Introducción al Seminario (Quim Boix – Secretario General de la UIS Pensionistas y Jubilados de la FSM)
2. Ponencia central (Pierpaolo Leonardi, Coordinador de la Oficina Europea (EUROF) de la FSM, cuadro de USB-Italia y miembro del Consejo Presidencial de la FSM)
3. Discurso de Markos Bekris (cuadro de PAME-Grecia, presidente de la Central Sindical Regional del puerto del Pireo)
4. Discurso de Luis Miguel Busto (integrante del Comité Estatal FSM – Estado español y miembro del Consejo Presidencial FSM)
4to Seminario Web del IOI | 19 de enero 2023
Introducción (Quim Boix – Secretario general de la UIS PyJ de la FSM)
Buenos días, tardes o noches, camaradas, dependiendo del lugar del Planeta desde el que estéis conectados.
Vamos a empezar la Cuarta Sesión del Seminario organizado por el Instituto Obrero Internacional, sesión que dará continuidad a las tres muy interesantes sesiones anteriores, que han demostrado el acierto en convocar reflexiones internacionales, formativas ideológicamente, con la participación de sindicalistas clasistas de todos los continentes.
Pierpaolo Leonardi será el camarada, veterano sindicalista italiano, que hoy hará la ponencia.
Como saben el título de la ponencia es: “Conclusiones de los casos de corrupción de dirigentes sindicales amarillos en la Unión Europea”
Pierpaolo Leonardi es miembro del Consejo Presidencial de la FSM, el colectivo con la máxima capacidad de decisión de la FSM entre Congresos; dirigente de la USB Italia (el sindicato que aseguró la organización con éxito del 18 Congreso de la FSM), y sindicato que ha crecido de forma importante en los últimos años, dando serias batallas contra el amarillismo sindical; y a su vez es el actual Coordinador de la Oficina Regional Europea de la FSM, oficina muy importante dada la política cada vez más negativa de la Unión Europea, obediente al Fondo Monetario Internacional y a los intereses de las grandes multinacionales del Planeta.
Nadie mejor que él podía presentarnos el debate de hoy.
Como veterano dirigente sindical italiano, siempre en posiciones clasistas, conoce a fondo la realidad del amarillismo sindical en su país. Esta realidad, de los dirigentes de la CGIL que progresivamente transformaron sindicatos de clase en sindicatos sometidos a los intereses de la patronal, y esto sucedió no solo en Italia, también se ha dado en Francia, en España y en otros países europeos.
El eurocomunismo que impulsaron, Carrillo, Berlinguer y Marchais, en los años 80 del siglo pasado, como dirigentes de Partidos Comunistas que acabaron siendo socialdemócratas, influenció gravemente en las direcciones de sindicatos con una larga trayectoria de lucha y victorias clasistas, la citada CGIL, la CGT en Francia y las Comisiones Obreras en el estado español.
Voy a adelantar algunos datos del debate de hoy, y para ello voy a citar la realidad que me ha tocado vivir, desde finales de los años 70, como dirigente de CCOO. Tuve la oportunidad de decirle públicamente (en el máximo órgano de dirección de CCOO), a Marcelino Camacho, que era un grave error confiar en sindicalistas como Antonio Gutierrez y José María Fidalgo. El propio Camacho me lo reconoció 10 años más tarde, pero el daño al sindicalismo de clase español ya estaba hecho.
Los sindicalistas citados sucedieron a Camacho, en la Secretaría General de CCOO. El primero terminó como diputado de la socialdemocracia aprobando, una tras otra, leyes anti obreras, y el segundo sigue de asesor de la Fundación de Estudios que ayuda al Partido Popular (partido que reúne a los franquistas y fascistas convertidos en demócratas burgueses).
Pero no es un problema de dirigentes aislados, la traición a la clase obrera ha penetrado en todos los niveles del antes sindicalismo de clase que practicó CCOO y que permitió grandes victorias en los convenios colectivos y en los derechos laborales.
Dado que se ha practicado el sindicalismo reformista, de Paz Social, de pactos no discutidos en las asambleas, ni de empresa, ni de sector o territorio, dado que no se ha organizado la lucha de la clase obrera, hoy los convenios colectivos que firma CCOO (junto al siempre amarillo sindicato UGT), por solo citar el dato reciente del último año, han llevado a un promedio de aumento salarial en todo el estado, en el año 2.022, de solo un 3,5 %, cuando el coste de la vida ha aumentado en más del 10 %.
En cambio, en el estado español los Pensionistas y Jubilados, que hemos estado en las calles cada semana, en más de 300 poblaciones, acabamos de conseguir un aumento, aún insuficiente, pero de más del doble que el de los convenios de los trabajadores activos, exactamente un 8,5 %. Y ello a pesar de que los Pensionistas ya no podemos hacer huelgas de producción.
Para entender esta realidad se debe conocer que nuestro enemigo de clase (tanto los gobiernos que defienden el Capitalismo, como los empresarios) ha sabido corromper a muchos dirigentes (a todos los niveles de la estructura de CCOO). Podría dar nombres concretos de dirigentes, al nivel más bajo, el de empresa, que hace 30 años ya recibían 50.000 pesetas (la moneda de entonces) mensuales como sobresueldo clandestino para que firmaran lo que la empresa proponía y engañaran a sus representados.
Pero lo que es, aún más, demostrativo de la venta a la patronal y la traición a su clase, son los Pactos como el firmado, hace 12 años, por el gobierno socialdemócrata con los máximos dirigentes de CCOO y UGT, que retrasó la edad de jubilación de los 65 a los 67 años, rebajando a su vez el importe de lo cobrado en la primera pensión.
Digo esto hoy, cuando en Francia ha habido una gran Huelga General para evitar que se apruebe el retraso de la jubilación de los 62 a los 64 años.
Otra realidad, en el estado español, que muestra la traición de los sindicatos amarillos, son los centenares de juicios laborales en los que dirigentes de CCOO van de testigos de la patronal, para que el juez apruebe el despido o sanción de trabajadores que han protestado y se han organizado en sindicatos de clase.
Aporto otro dato, similar al de corrupción en el Parlamento Europeo, es la variedad de juicios en que dirigentes de CCOO han sido condenados por corrupción, entre ellos el referente a las Tarjetas de crédito (con ellas pretendieron robar impunemente) en el que también estuvo implicado Rodrigo Rato, el que fue presidente del Fondo Monetario Internacional.
Para terminar esta referencia a mi país, decirles que en los últimos años CCOO no ha convocado ni una sola huelga general, solo han simulado que luchaban, convocando de forma casi teatral (pues era una verdadera simulación de que luchaban) concentraciones en las calles, que los medios de comunicación burgueses difunden como grandes acciones, pero que no son más que una mísera presencia de personas que cobran del sindicato para llevar las pancartas.
Esta realidad está cada vez más clara para los asalariados y progresivamente CCOO, al igual que UGT, van perdiendo representatividad y ésta la estamos ganando los sindicatos afiliados a la FSM.
Paso pues la palabra al camarada Pierpaolo Leonardi.
Ponencia Central
“Conclusiones de los casos de corrupción de dirigentes sindicales amarillos en la Unión Europea” (Pierpaolo Leonardi – Coordinador de la Oficina Regional Europea de la FSM)
Estimados camaradas,
Gracias por participar en este seminario web organizado por el Instituto Obrero Internacional (IOI).
El escándalo “Qatargate”, que ocupa las páginas de los principales medios internacionales desde hace aproximadamente un mes, involucra al actual secretario general de la CSI, quien hasta hace unos meses era secretario general de la CES, Luca Visentini. Un miembro influyente, por tanto, de ese sindicato internacional que ha apoyado públicamente el sistema capitalista tanto en Europa como en todo el mundo desde sus inicios.
Visentini recibió, desde Qatar a través de otro exsindicalista de la CGIL y exdiputado al Parlamento Europeo, el italiano Antonio Panzeri, dos sobres llenos de euros, más de 50.000 euros, para asegurarse de que la Confederación Europea de Sindicatos no se posicionara condenando el trato de los trabajadores empleados en la construcción de estadios para la Copa del Mundo en Qatar.
El dinero del silencio logró exactamente eso. En ningún comunicado, en ningún documento, la CES y la CSI expresaron su condena hacia un país que, para asegurar el éxito del evento mundial y las ganancias que se suponía que debía asegurar este evento, sacrificó la vida de al menos 6.500 trabajadores, de muchos países, principalmente asiáticos, que fallecieron por fatiga o como consecuencia de accidentes muy graves. ¡Para el líder del sindicato amarillo internacional, las vidas de los trabajadores del campeonato mundial valen tanto como 7,69 Euros cada una!
Hace tiempo que la UITBB, la unión internacional de sindicatos de la construcción de la FSM, hizo sonar la alarma sobre las condiciones de vida y de trabajo de quienes trabajan en las obras de construcción de la Copa del Mundo y lanzó una fuerte campaña internacional bajo el lema: “No construyan estadios sobre la sangre de los trabajadores”; en todo el mundo los sindicatos de la construcción afiliados a la FSM condenaron y se movilizaron contra la explotación bestial que se llevó a cabo en las obras de la Copa del Mundo. El sindicato amarillo CES/CSI, por otro lado, recibió dinero para guardar silencio y esconder la cabeza en la arena.
Los principales sospechosos del escándalo de los sobornos pagados por Qatar para que la Unión Europea cerrara ojos, oídos y boca sobre lo que ocurría en los estadios del Mundial son italianos, miembros del Partido Demócrata Italiano y del grupo de Socialistas y Demócratas en Parlamento Europeo, junto con Kaili, del partido griego PASOK.
Todos ellos son expresiones de esa clase política y sindical que trabaja por promover la cooperación de clases y la paz social; se trata de sindicalistas que nunca se han medido con la condición real de nuestra clase sino que han hecho carrera al servicio de los instrumentos de nuestros enemigos de clase como la Comisión Europea y el Parlamento Europeo ciertamente lo son.
Luca Visentini proviene de un sindicato, UIL, que surgió en la década de 1950 con el apoyo político y la financiación económica del gobierno de los Estados Unidos, que estaba interesado en debilitar los sindicatos clasistas en Italia. En la base del nacimiento de este sindicato estuvo la escisión de la FSM operada por los sindicatos de la AFL-CIO de Estados Unidos y la TUC británica con el objetivo de frenar el impresionante crecimiento mundial de la FSM nacida en París en 1945. La escisión dio origen a la CIOSL Internacional, el sindicato anticomunista totalmente alineado con los procesos de freno al crecimiento del sindicalismo clasista en Europa y el mundo. La financiación, la corrupción de los líderes, la colusión con los gobiernos subordinados a los procesos imperialistas de los EE. UU. permitieron que los sindicatos escindidos de todo el mundo se organizaran para intentar actuar como freno al crecimiento del sindicalismo clasista y antiimperialista.
Su carácter de organización amarilla a sueldo de la patronal emergió con gran fuerza ya el 7 de julio de 1962 cuando en Turín, durante una huelga general de trabajadores en apoyo a la lucha en FIAT contra los despidos y la reestructuración, miles de trabajadores atacaron la sede de la UIL, que había firmado un acuerdo de rendición con los dueños de la fábrica de automóviles esa noche. Los enfrentamientos con la policía, desplegada en defensa de la sede del sindicato amarillo, duraron dos días y más de 1.000 trabajadores fueron detenidos, en su mayoría jóvenes del sur de Italia, que habían emigrado a Turín para trabajar en Fiat.
Antonio Panzeri, el principal acusado del escándalo Qatargate, tiene una larga trayectoria como líder sindical en la CGIL, el sindicato italiano que en 1945 fue uno de los fundadores de la FSM; un sindicato entonces dirigido por el propio Giuseppe di Vittorio durante muchos años a partir de 1949. CGIL, sin embargo, abandonó la FSM en la década de 1970 para afiliarse también al sindicato amarillo CSI. Estos sindicatos, entre los más grandes de Italia, son los únicos acreditados por el gobierno italiano para tener relaciones con la Unión Europea y representan el marco principal de la CES, que es el único interlocutor social de la UE y que está generosamente financiado por la Comisión Europea, ya sea directamente o a través de su instituto de investigación ETUI, o a través de ONG cercanas a la CES. Precisamente una ONG bajo el nombre “Luchar contra la impunidad” (“Fight Impunity” en inglés), dirigida por Antonio Panzeri, actuó como intermediaria entre el gobierno qatarí y la CES. Esta ONG cuenta en su directorio con importantes personalidades de la escena reaccionaria internacional y europea, como la italiana Emma Bonino, diputada pro-zionista del Partido Radical Italiano en el Parlamento Europeo, la ex ministra italiana de Asuntos Exteriores Federica Mogherini, más tarde Alta Comisionada para Asuntos Internacionales Exteriores, Dimitri Avramoupolos, ex comisario europeo de Migración, Asuntos de Interior y Ciudadanía, y otros. En su web se pueden leer discursos sobre Qatar en los que, además de apoyar la decisión de Biden de considerar al país del Golfo como el principal socio fuera de la OTAN de EE.UU., resta importancia a las responsabilidades de ese país en la gestión de la construcción de los estadios y da un respaldo real al nuevo ministro de trabajo qatarí que, ahora se sabe, está entre los implicados en la corrupción de Panzeri, Visentini, Kaili, etc.
Visentini junto con Panzeri fueron a Qatar en un viaje de lujo pagado por el gobierno de Qatar, aparentemente con familias a cuestas, para ir, con el pretexto de ver estadios, probablemente para acordar el precio del silencio. El dinero pactado en aquella ocasión fue entonces entregado a Visentini a través de Panzeri, quien se lo entregó en tres sobres navideños. Cuando Visentini fue arrestado, afirmó que la ONG de Panzeri le había dado el dinero como una contribución a la CES y que se usaría para ayudar a los sindicalistas necesitados y para financiar su candidatura a secretario general de la CSI, de la que entonces era elegido en el Congreso de Melbourne, Australia, en noviembre pasado.
Así, el propio secretario general de la CSI confirma que es práctica de ese sindicato internacional dar dinero a sindicalistas de varios países para obtener sus votos para la elección de secretario general. En otros contextos, una declaración como la de Visentini ha dado lugar en varias ocasiones a detenciones por corrupción y soborno de quienes fueron cómplices de ella. Pero sobre la base de esta motivación inaceptable para cualquier sindicalista, el magistrado belga dejó en libertad a Visentini hasta el resultado del juicio. En definitiva, el sindicato cómplice, que ayuda a la UE a hacer digerir a los trabajadores europeos cualquier medida, que suscribe todas las directivas de la UE, incluso las más inaceptables como el trabajo nocturno de las mujeres en nombre de una igualdad de género invertida, no debe ser cuestionado de cualquier manera. Esta historia es muy similar a lo que sucedió en Italia cuando una monstruosa investigación judicial contra la corrupción política desmanteló el sistema de partidos en ese momento, deteniéndose, sin embargo, en el umbral de los sindicatos, que también estaban en gran parte dentro del corrupto sistema de sobornos.
La CES ni siquiera puede llamarse una organización sindical, es solo un mecanismo útil en la maquinaria de la UE, un instrumento de la guerra capitalista de la UE contra la clase obrera.
La UE nació y se consolidó en un contexto de competencia interimperialista, con la intención de jugar un papel de poder mayor en el tablero de ajedrez internacional a favor de las burguesías europeas. Se trata de una verdadera comisión de asuntos, con aparatos faraónicos y costes vertiginosos; el Parlamento Europeo tiene dos sedes, una en Bruselas y otra en Estrasburgo, con hasta 705 diputados moviéndose constantemente de una sede a otra con un enorme derroche de dinero. En la Unión Europea existe un comité tripartito conocido como Comité de Diálogo Social, compuesto por representantes gubernamentales, representantes de los trabajadores y representantes empresariales; un verdadero organismo consociativo en el que la Comisión Europea obtiene luz verde para todas las decisiones en materia laboral.
Son los gobiernos de los estados asociados los que identifican las organizaciones sindicales para ser admitidas a la mesa consociativa, y ninguna otra organización tiene acceso a ella. Del mismo modo, la relación entre la Comisión Europea y las organizaciones sindicales está estrictamente reservada a la CES. A través de una financiación sustancial para la CES y sus articulaciones, como el centro de estudios ETUI, la UE asegura su consentimiento para cualquier medida antilaboral y la paz social en los países europeos.
Qatargate, que ha desenmascarado aún más la naturaleza de la UE como un comité empresarial burgués y la total intromisión del sindicato amarillo CES a la corrupción que impulsa a los negocios en el sistema capitalista, hace aún más necesario montar una fuerte campaña para extender el peso de la FSM en Europa convertida en una Fortaleza, fortaleciendo el trabajo de la Oficina europea FSM para afiliar nuevas organizaciones sindicales y alentar el regreso a la FSM de aquellas que la han dejado en décadas pasadas, convencidas de que no había otro horizonte que el de que ofrece el capitalismo; como demuestra una vez más el escándalo de Bruselas, está profundamente podrido y a sueldo de los patrones y gobiernos capitalistas.
Discurso de Markos Bekris (dirigente del PAME – Grecia)
En nombre del PAME queremos agradecerles la invitación y la oportunidad de participar,
El discurso del camarada Pierpaolo se produce poco después de las revelaciones de sobornos de sindicalistas por parte de Qatar. Los medios internacionales y nacionales lo presentan como el gran escándalo, ya que está involucrada la eurodiputada griega del PASOK Eva Kaili, y por un lado lamentan que “se esté empañando la imagen del Parlamento Europeo”, por otro lado también dejan picos para el movimiento sindical.
Tampoco es un fenómeno nuevo: los monopolios sistemáticamente hacen acuerdos, por encima y por debajo de la mesa, para aumentar sus ganancias, con políticos y ‘sindicalistas’. La podredumbre y la corrupción están en el ADN de la UE y ‘crecen’ en el suelo de las complejas relaciones que los grupos empresariales desarrollan con sus representantes políticos y las instituciones de la Unión imperialista.
Como presidente de la Central Sindical Regional del Pireo, que tiene como afiliados a todos los sindicatos de marineros país, podría mencionar a la afiliada de la CSI, la organización del sector del transporte ITF, que es la organización más sucia y más vendida del mundo. Con líderes amarillos corruptos que viven de la riqueza del sudor robado de los marineros de todo el mundo. Hay muchas organizaciones de este tipo en la CSI, pero los campeones son los líderes de la ITF, las enfermeras de los armadores.
Nosotros decimos: Las luchas obreras no tienen nada que ver con la inmundicia de la CSI-CES, así como estas organizaciones no tienen nada que ver con la clase obrera. La reciente detención de Luca Visentini, Secretario General de la CSI, Confederación Sindical Internacional, y hasta horas antes de la detención también Secretario General de la Confederación Sindical Europea – CES, ha vuelto a poner de manifiesto las múltiples injerencias de los monopolios y los imperialistas para controlar el movimiento sindical.
La diferencia es que las CSI y CES no pueden calificarse de organizaciones sindicales, ya que sus objetivos, su funcionamiento, su actividad e incluso la remuneración de sus dirigentes no tienen nada que ver con la vida y los intereses de la clase obrera.
Realmente, ¿cuál es el mayor escándalo? El «sindicato» internacional acepta sobornos por debajo de la mesa de Qatar con 6.500 trabajadores muertos en los proyectos de la Copa del Mundo o que la CSI y la CES son financiadas sobre la mesa por organizaciones e institutos para promover políticas y medidas antiobreras e incluso justificar guerras, intervenciones y bloqueos con millones de trabajadores asesinados?
Sobre la cuestión de la «lucha de clases» o la «cooperación de clases», la CSI-CES rechaza inequívocamente la primera y promueve la segunda en todos los sentidos. Su misión básica es promover la lógica de la cooperación de clases, de los «diálogos sociales», de la integración y subordinación de los trabajadores a los planes y aspiraciones de los grupos monopolistas.
La CES en el período de las grandes luchas de los trabajadores de Grecia contra los Memorandos, realizó con la dirección de la GSEE en Grecia seminarios sobre «Gestión de Crisis» y en el Referéndum para el 3er Memorándum apoyaron el voto SÍ a favor del Memorándum .
Por estos servicios son ricamente recompensados, por ejemplo por su participación en el llamado Comité Económico y Social Europeo para promover las lógicas de «paz social» y «cooperación de clases».
No olvidemos que la CSI y la CES habían pedido a las autoridades griegas que tomaran medidas represivas contra las organizaciones sindicales que expresaron su desacuerdo con la dirección de la GSEE en los infames congresos de policía antidisturbios y represión.
Incluso hablaron de «minorías violentas, estalinistas, del grupo minoritario PAME». Esto, por supuesto, no les impidió «robar» repetidamente imágenes y videos de los mítines del PAME para decorar sus textos con ellos. Y la lista no acaba…
Contra las aspiraciones de ellos y sus patrones, los trabajadores de todo el mundo, los jóvenes, las mujeres, los inmigrantes, están volviendo a entrar en contacto con los sindicatos. Se están movilizando, luchando, haciendo la huelga. Por eso los gobiernos, los monopolios, las organizaciones imperialistas están tratando de alimentar la frustración, el aislamiento, el derrotismo. Con mentiras y calumnias, con intimidaciones y amenazas, con dinero y otros medios han intentado y seguirán intentando paralizar las luchas obreras.
¡No lo lograrán! La clase obrera tiene experiencia. Tiene los valores de la solidaridad, del servicio abnegado, del internacionalismo, del conflicto entre la clase obrera y los capitalistas. Exponemos los crímenes del imperialismo en Qatar, Palestina, Ucrania, en nuestro propio país. Guiados por los valores de la clase obrera, marchamos adelante, nos reunimos con sindicatos militantes en otros países, coordinamos nuestra acción. Reforzamos la lucha por una sociedad sin explotación, pobreza y guerras.
Intervención de Luis Miguel Busto (integrante del Comité Estatal FSM – Estado español y miembro del Consejo Presidencial FSM)
Queremos agradecer, en primer lugar, la iniciativa del Instituto Obrero Internacional en la organización de este evento sobre la corrupción de los sindicalistas amarillos en la Unión Europea y felicitar al camarada Pierpaolo Leonardi y Quim Boix por sus pedagógicas intervenciones.
El sindicalismo llamado “amarillo” nace a principios del siglo XX y es denominado así porque tapaban las ventanas de sus locales con papeles amarillos, un color elegido de forma intencionada para diferenciarse de los sindicatos comunistas. Tenían como objetivo “la reconciliación de clases y la colaboración entre trabajadores/as y patronos unidos por una inseparable comunidad de intereses”. La formación de sindicatos amarillos está expresamente prohibida por la Organización Internacional del Trabajo que en su Artículo 2 considera “actos de injerencia aquellas medidas que tiendan a sostener económicamente organizaciones de trabajadores con objeto de colocar a estas organizaciones bajo el control de un empleador”.
Dentro de nuestras filas hay quien todavía se extraña de que califiquemos como sindicatos amarillos a los sindicatos españoles UGT y, sobretodo, a CCOO. Y solo les voy a poner un ejemplo.
Soy trabajador de una multinacional de las telecomunicaciones donde estas organizaciones tienen presencia en los órganos de representación unitarios. Desde hace 30 años, la empresa les subvenciona a través de una empresa que crearon entre los tres para gestionar un plan privado de pensiones. Este hecho debería ser suficiente para considerarlo como un elemento transgresor de los principios de la OIT porque la participación en un 15% de CCOO y UGT coloca a estas organizaciones de trabajadores/as como dependientes económicamente de nuestro empleador. Además, también sitúan a estos sindicatos en el terreno del “amarillismo” toda vez que les une una inseparable comunidad de intereses.
Esta comunidad de intereses se evidencia en todas y cada una de las Negociaciones que emprenden el patrón y el sindicalismo subvencionado. Los Convenios Colectivos han significado retrocesos para los trabajadores/as en forma de destrucción de empleo, empeoramiento de condiciones laborales y pérdida de poder adquisitivo.
El amarillismo sindical es algo inherente a la CES y la CSI y desde la FSM se está denunciando desde hace muchos años. Su Congreso del pasado año eligió a Luca Visentini como secretario general, cuando estaba a punto de saltar la noticia que lo involucraba en el caso de corrupción junto a dirigentes políticos del Parlamento Europeo, relacionados con la Copa del Mundo de Fútbol celebrada en Qatar donde, no lo olvidemos, murieron miles de trabajadores en la construcción de los estadios. Un Congreso que se celebró en un balneario de lujo de Melbourne, que fue saludado por el líder del sistema capitalista, el presidente estadounidense Biden, y que, entre los miembros de su dirección, eligió a un representante del sindicato fascista israelí Histadrut, responsable de apartheid de Palestina.
Curiosamente, constatamos que los medios de comunicación han protegido desde el principio a esta figura sindical. Tras su detención no se ha vuelto a saber nada de este personaje que tratan de indultarlo a través del silencio mediático, lo que saca también a la luz el necesario papel de los medios de comunicación en el entramado sistema capitalista para proteger a unos y condenar a otros.
Por todo esto, queremos hacer dos propuestas:
-una, requerir a la FSM que solicite a la OIT la expulsión del organismo de la CES y la CSI. No creemos que la OIT lo vaya a hacer pero desde el sindicalismo clasista debemos seguir publicitando el carácter antiobrero de estas organizaciones en todos los foros a los que tenemos acceso.
-dos, proponer al Instituto Obrero Internacional la organización de un Seminario Web que verse sobre el papel antiobrero y antipopular en el que han caído los medios de comunicación generalistas dominados por el gran capital internacional.
Un saludo clasista para todas y todos.